Se presume que los primeros habitantes de nuestro cantón medían cerca de 1,50 metros y no tenían animales de carga,
es posible que domesticaran algún tipo de animal como complemento alimenticio.
Eran agricultores y tenían cerca de sus casas los cultivos, que principalmente
eran de maíz y frijoles y elaboraban instrumentos de arcilla o cerámica para
almacenar cosas o agua, entre otros, tales como tazones, tinajas, vasijas,
algunos eran pintados, y otros con formas de animales, predominando el lagarto,
así como la piedra para confeccionar hachas y manos de moler.
Ante los hallazgos de gran cantidad de cerámica similar a la de
Guanacaste, los investigadores presumen que tenían en el truque una modalidad
de intercambio con otras regiones y tribus y aparentemente mantenían tradiciones huetares como la artesanía, la bebida de chicha y la
costumbre de hablarles a los animales y el seguimiento del cuarto menguante para
sembrar.
Tenían conocimientos
de las plantas medicinales; el empleo de ciertos utensilios como la piedra de
moler, trampas de caza y comidas, como el chicasquil; la chicha; y la artesanía
en fibra vegetal.
En lo religioso la figura
del Chaman fue una figura muy importante, dadas sus características en el cuido
del alma, la enfermedad y la muerte y rendían culto al Sol y
a la Luna, para lo cual, construían altares y montículos de piedra.