sábado, 22 de diciembre de 2018

La Costa Rica que encontraron los españoles.


Los estudiosos de nuestras raíces han logrado determinar dos grandes áreas culturales: la Mesoamericana y la Intermedia. [1]  La primera con influencia de los pueblos ubicados desde México hasta la Península de Nicoya, el Pacifico Central, la desembocadura del San Juan y la cuenca del Rio Sixaola.

Y la Cultura Intermedia, con influencia de las regiones caribeñas de Nicaragua, Panamá, Colombia, parte de Venezuela y Ecuador e islas del Caribe, lo que caracteriza a nuestro territorio en el punto de unión entre ambas culturas y una frecuente transculturación entre ambas áreas culturales, en la zona de confluencia en el Valle Central de Costa Rica.
En su libro “La Costa Rica precolombina”, Luis Ferrero Acosta nos señala que el Área Intermedia de Costa Rica o Valle Central se encontraba habitada por numerosas comunidades con costumbres y lenguas distintas, aunque la mayoría de sus idiomas pertenecían a la familia macrochibcha. [2]
Y destaca que especialmente en la vertiente del Caribe se encontró mucha influencia de las islas caribeñas e incluso la semejanza de costumbres e indumentarias con los indígenas de Panamá y Colombia, e imitaciones de trajes del Perú, así como vínculos de índole comercial y alianzas. 
Por otra parte no se determina una sola autoridad, por el contrario se presume la existencia de una diversidad de sociedades, así expresado por los españoles en sus documentos, al visualizar muchos grupos indígenas, lo que ha impedido identificar la variedad de etnias y sus características específicas, dificultando además reconocer localidades y los nombres de los dirigentes, por lo que se presume que a la llegada de los españoles los indígenas vivían en asentamientos dispersos, conformados por caseríos de dos o tres palenques grandes y sus habitantes cultivaban los campos aledaños.
Los españoles en los inicios del siglo XVI, se encuentran que el territorio de Costa Rica estaba habitado por una diversidad de pueblos independientes y culturas con diversas complejidades y desarrollo y organización desconocida, no solo en el aspecto de conformación política, sino también en cuanto a lenguaje, vivienda, vestido, ideología, economía, entre otros[3]
Cuando en la década de 1560 los españoles lograron ingresar al sector central de la actual Costa Rica, no solo encontraron una fuerte resistencia por parte de la población aborigen local, que durante 60 años logró demorar su ingreso, sino también se toparon con una organización social totalmente desconocida para los europeos de aquella época, no solo en el aspecto de conformación lítica, sino también en cuanto a lenguaje, vivienda, vestido, ideología, economía, entre otros.[4]
De tal manera que la historia antigua del Valle Central está ligada a este tipo de sociedad que actualmente conocemos como sociedades tribales y cacicales, cuyas formas de organización social predominantemente agrícolas estaban basadas en una diferenciación y especialización de labores mínimas y parciales, con una densidad de población relativamente baja -comúnmente menos de 50 a 100 personas por hectárea-.
La gente vivía en aldeas de diversos tamaños, pero siempre más pequeñas de lo que entendemos como ciudad y con una arquitectura relativamente simple -en comparación con las grandes urbes mesoamericanas y andinas-; pero adaptada para lidiar con los contextos medioambientales locales.[5]


[1] Ferrero, Luis. La Costa Rica precolombina
[2]Ferrero, Luis. La Costa Rica precolombina
[3] Revista de Historia N.º 70 • ISSN: 1012-9790 Julio - Diciembre 2014 • pp. 197-226, Las sociedades ancestrales del Valle Central de la actual Costa Rica (1000 a.C.-1550 d.C.) Ana Cecilia Arias Quirós* Mauricio Murillo Herrera**
[4] Juan Carlos Solórzano Fonseca, Los indígenas en la frontera de la colonización. Costa Rica (1502-1930) (San José, Costa Rica: Editorial de la Universidad Estatal a Distancia - EUNED, 2013
[5] William T. Sanders, Jeffrey R. Parsons y Robert S. Santley, The Basin of Mexico. Ecological Processes in the Evolution of a Civilization (Nueva York, EE. UU.: Academic Press, 1979).
Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez. Gestor Cultural

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