Fortalecimiento del acervo cultural del cantón de Belén, Heredia, Costa Rica. Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez. Gestor Cultural.
viernes, 28 de diciembre de 2018
Mano de moler cuadrada, Gallito 2001, Belén, Heredia.
Figurilla de piedra. Gallito 2001, Belén, Heredia
Vasija achatada y vasija globular. Gallito 2001, Belén, Heredia
Tazones de boca amplia, Intel 1997, Belén, Heredia
Vasijas elipsoidales horizontales, Terrenos del Gallito 2001, Belén, Heredia
Olla globular, hallada en Intel 1997, Belén, Heredia.
Proceso de excavación arqueológica en los terrenos de Intel en 1997.
Etiquetas:
Fondo Concursable de Cultura Municipalidad de Belén.,
Fortalecimiento del acervo cultural belemita,
Investigaciones arqueológicas en Belén,
Patrimonio Cultural Belemita,
Tras las huellas del pasado
Ubicación:
Av Central, Heredia, Belén, Costa Rica
jueves, 27 de diciembre de 2018
Fases culturales
Las sociedades precolombinas en nuestro país presentaron no sólo
diferencias en la cultura material, innovaciones tecnológicas, artísticas,
etcétera, sino también en patrones de asentamiento creencias, modo de, lengua
entre otros.
En el ámbito de los estudios arqueológicos, Costa Rica ha sido dividida
en varias regiones geográficas definidas por sus límites geográficos naturales,
conformados por cadenas montañosas, ríos y valles y que han sido denominados
con los nombres de Pacifico Norte, Pacifico Central, Pacifico Sur, Valle
Central, Atlántico Norte, Atlántico Central y Atlántico Sur y la
distribución espacial de características específicas de los asentamientos,
estructuras funerarias, artefactos cerámicos y dípticos entre otros “Corrales
2001 del 9 y 10)[1]
Del historiador Oscar Fonseca[2] tomamos la siguiente tabla respecto de las fases y su ubicación
temporal:
Periodo
|
Ubicación
Temporal
|
Peleoindio
|
11000
a.C a 8000 a.C
|
Arcaico
|
8000
a 2000 a.C
|
Barva
|
2000
a 500 a:c
|
Pavas
|
500
a.C a 500 d.C
|
Curridabat
|
500
d.C. a 800 d:C
|
Cartago
|
800
d.C a 1550 d.C
|
En lo que
respecta al Valle Central y específicamente en nuestro cantón, existen estudios
que nos ubican en las fases Barva, Pavas, Curridabat y Cartago,
aunque existe alguna evidencia, de una población ubicada en un período de
cazadores-recolectores con una dinámica social cuya estrategia central sería la
producción de alimentos -agricultura intensiva- que, junto con
la cacería, la pesca y la recolección, muy probablemente fueron los
dinamizadores del desarrollo cultural en esta región.
En lo que
respecta a Belén, se encuentra ubicado en la región geográfica del Valle
Central, por lo que conoceremos las características y modos de vida en cada uno
de las fases culturales. (Fonseca, 1992).[3], que caracteriza los asentamientos humanos
en nuestro territorio.
[1]
Introducción a la historia
antigua de la comunidad de Llano Los Ángeles y sus alrededores Corralillo
Cartago Costa Rica. Tesis para optar por
el grado de licenciatura en antropología con énfasis en arqueología. Yuliet
Ortega Calderón 2013. UCR.
[2] Fonseca; O. “Historia Antigua de Costa Rica, surgimiento y caracterización de la primera civilización de Costa Rica. Colección de Costa Rica. Editorial de la Universidad de Costa Rica.
[3] Revista de Historia N.º 70 • ISSN: 1012-9790 Julio - Diciembre 2014 • pp. 197-226, Las sociedades ancestrales del Valle Central de la actual Costa Rica (1000 a.C.-1550 d.C.) Ana Cecilia Arias Quirós* Mauricio Murillo Herrera**
[3] Revista de Historia N.º 70 • ISSN: 1012-9790 Julio - Diciembre 2014 • pp. 197-226, Las sociedades ancestrales del Valle Central de la actual Costa Rica (1000 a.C.-1550 d.C.) Ana Cecilia Arias Quirós* Mauricio Murillo Herrera**
sábado, 22 de diciembre de 2018
La Costa Rica que encontraron los españoles.
Los estudiosos de nuestras raíces han logrado determinar dos grandes
áreas culturales: la Mesoamericana y la Intermedia. [1] La primera con influencia de los pueblos ubicados desde México hasta la
Península de Nicoya, el Pacifico Central, la desembocadura del San Juan y la
cuenca del Rio Sixaola.
Y la Cultura Intermedia, con influencia de las regiones caribeñas de
Nicaragua, Panamá, Colombia, parte de Venezuela y Ecuador e islas del Caribe,
lo que caracteriza a nuestro territorio en el punto de unión entre ambas
culturas y una frecuente transculturación entre ambas áreas culturales, en la
zona de confluencia en el Valle Central de Costa Rica.
En su libro “La Costa Rica precolombina”, Luis Ferrero Acosta nos señala
que el Área Intermedia de Costa Rica o Valle Central se encontraba habitada por
numerosas comunidades con costumbres y lenguas distintas, aunque la mayoría de
sus idiomas pertenecían a la familia macrochibcha. [2]
Y destaca que especialmente en la vertiente del Caribe se encontró mucha
influencia de las islas caribeñas e incluso la semejanza de costumbres e
indumentarias con los indígenas de Panamá y Colombia, e imitaciones de trajes
del Perú, así como vínculos de índole comercial y alianzas.
Por otra parte no se determina una sola autoridad, por el contrario se
presume la existencia de una diversidad de sociedades, así expresado por los
españoles en sus documentos, al visualizar muchos grupos indígenas, lo que ha
impedido identificar la variedad de etnias y sus características específicas,
dificultando además reconocer localidades y los nombres de los dirigentes, por
lo que se presume que a la llegada de los españoles los indígenas vivían en
asentamientos dispersos, conformados por caseríos de dos o tres palenques
grandes y sus habitantes cultivaban los campos aledaños.
Los españoles en los inicios del siglo XVI, se encuentran que el
territorio de Costa Rica estaba habitado por una diversidad de pueblos
independientes y culturas con diversas complejidades y desarrollo y
organización desconocida, no solo en el aspecto de conformación política, sino
también en cuanto a lenguaje, vivienda, vestido, ideología, economía, entre
otros[3]
Cuando en la década de 1560 los españoles lograron ingresar al sector
central de la actual Costa Rica, no solo encontraron una fuerte resistencia por
parte de la población aborigen local, que durante 60 años logró demorar su
ingreso, sino también se toparon con una organización social
totalmente desconocida para los europeos de aquella época, no solo en el
aspecto de conformación lítica, sino también en cuanto a lenguaje, vivienda,
vestido, ideología, economía, entre otros.[4]
De tal manera que la historia antigua del Valle Central está ligada a
este tipo de sociedad que actualmente conocemos como sociedades tribales y
cacicales, cuyas formas de organización social predominantemente agrícolas estaban
basadas en una diferenciación y especialización de labores mínimas y parciales,
con una densidad de población relativamente baja -comúnmente menos de 50 a 100
personas por hectárea-.
La gente vivía en aldeas de diversos tamaños, pero siempre más pequeñas
de lo que entendemos como ciudad y con una arquitectura relativamente simple
-en comparación con las grandes urbes mesoamericanas y andinas-; pero adaptada
para lidiar con los contextos medioambientales locales.[5]
[1] Ferrero, Luis. La Costa Rica precolombina
[2]Ferrero, Luis. La Costa Rica precolombina
[3] Revista
de Historia N.º 70 • ISSN: 1012-9790 Julio - Diciembre 2014 • pp. 197-226, Las
sociedades ancestrales del Valle Central de la actual Costa Rica (1000
a.C.-1550 d.C.) Ana Cecilia Arias Quirós* Mauricio Murillo Herrera**
[4] Juan Carlos Solórzano
Fonseca, Los indígenas en la frontera de la colonización. Costa Rica
(1502-1930) (San José, Costa Rica: Editorial de la Universidad Estatal a
Distancia - EUNED, 2013
[5] William
T. Sanders, Jeffrey R. Parsons y Robert S. Santley, The Basin of Mexico.
Ecological Processes in the Evolution of a Civilization (Nueva York, EE. UU.:
Academic Press, 1979).
La arqueología en Costa Rica
Hallazgos en investigación en Intel, 1997. Fuente: Departamento de Antropología e Historia. Museo Nacional |
En
Costa Rica, la arqueología ha sido estudiada aproximadamente desde 1850 y ha
consistido en la exploración de la historia de los grupos indígenas, para
determinar comportamientos y formas de vida, procurado para ello, la protección
de los descubrimientos o de aquellos sitios que se consideran como patrimonio
cultural.
Para
tal fin, se han emitido una serie de leyes de protección y rescate del
patrimonio arqueológico, apoyados en el Museo Nacional que desde 1887, tiene la
responsabilidad de la conservación, manejo y protección del patrimonio y la
adecuada investigación y protección de los objetos y sitios patrimoniales y evitar
los saqueos y la destrucción del patrimonio cultural.
Las excavaciones arqueológicas deben ser autorizadas
y abaladas por una institución competente y deben ser realizadas por
personas especializadas con capacidad para determinar objetos valiosos de los
que no lo son, procurando establecer lazos entre los hallazgos y la cultura
mediante el uso de la tecnología y la ciencia para analizar y sacar
conclusiones relacionados con la cultura costarricense en general.
En 1917, es
creado el Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional, cuyo fin
es el registro de las colecciones y el establecimiento de una serie de catálogos,
así como el registro de los sitios
arqueológicos que han sido objeto de estudio por parte de los funcionarios del
Museo Nacional.
Y en el año 2016, se crea el Manual de Normas y procedimientos de
colecciones arqueológicas del Museo Nacional de Costa Rica, basados en el hecho
de que los humanos dejamos huella que son investigadas para conocer y valorar los
orígenes y construcción de las sociedades actuales.
Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez. Gestor Cultural
Tras las huellas del pasado
Investigación arqueológica. Intel 1997. Fuente: Departamento de Antropología e Historia Museo Nacional |
Los diversos estudios
arqueológicos en el cantón de Belén han significado el surgimiento de una
riqueza histórica y patrimonial desapercibida para la población belemita y de cuyos
resultados acerca de los hallazgos y la riqueza arqueológica de Belén son
desconocidos por la población en general.
De ahí que nos propusimos buscar nuestros
orígenes y tratar de llenar el vació que experimentamos, ahondando en
documentos y estudios para dar a conocer a las y los belemitas aspectos
relevantes, en cuanto a nuestro patrimonio histórico – cultural, con la intención
de que se constituya en una fuente de estudio para las actuales y futuras
generaciones y el dar conocer
acerca de objetos arqueológicos guardadas desde hace 20 años en bodegas del
Museo Nacional y que son desconocidos por la población en general.
Nos motiva el hecho de poder generar
insumos para que las presentes y futuras generaciones, tengan un acercamiento a
nuestros orígenes y a su vez, el contribuir
a reconocer nuestras raíces e incentivar el patrimonio y la identidad belemita.
Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez. Gestor Cultural.
Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez. Gestor Cultural.
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